domingo, 25 de marzo de 2007

Stanford University

Hoy día estamos en un mundo cada vez más global y más competitivo. Si pensamos de la cantidad de chinos inteligentes, árabes espabilados e indios informáticos que solicitan plaza en las universidades americanas... pues nos podemos dar cuenta de lo difícil que es hacerse un huequecillo.

De todos modos aunque sea una decisión justa, pues siempre jode quedarse fuera por culpa de 1300 millones de chinos... bueno, por culpa de un pequeño porcentaje de todos esos chinos... ehhh, y que conste que no soy racista... que me jodería igual si fueran negros.

Así, cuando el MIT denegó mi solicitud lo primero que pensé fue, bueno, se veía venir... pero no pasa nada, que allí llueve mucho (mi optimismo natural siempre se abre camino). Y a seguir esperando con más cara de tenso, si cabe.

Comentando esta situación con unos amigos en el botellón después de la lectura de Xulian, salió el tema de un "famoso" diálogo de la película "Yo, yo mismo e Irene". Si soys un poco friquis también habreis visto la película... allí los inteligentes hijos de Jim Carrey comentaban su futuro:

- Hey, viejo, deja de hackear los archivos del pentágono.
No tiene importancia a quien matan los políticos. Necesitas estudiar.
¿Que nos dijo papa acerca de espiar?
- Mierda, si.
- Si sigues haciendo eso, podrías perder la beca en Yale.
y tendrías que ir con los navajeros de Stanford.
- ...


Pués chicos, ahí es donde me voy yo, con los navajeros de Stanford.


Y es que mi solicitud ha colado entre las buenas y me han concedido una plaza en la tercera mejor universidad del mundo (siempre según esos estúpidos rankings que comentaba en el último post). Por cierto, si alguien tiene curiosidad, ahí os va un mapa de por donde queda...


 
Y ahora, a prepararse.... ¡a por el sueño americano!
 

jueves, 15 de marzo de 2007

Asalto al otro bando

Todo el mundo sabe lo traumático que puede resultar el enfrentarse a una nueva cultura, donde todo es diferente, desde el idioma hasta la forma de comportarse con los desconocidos... pero también existe la posibilidad de que acabes siendo adicto a ello.

Ya he narrado mi aventura erasmus en tierras germánicas desde lo que era un punto de encuentro con mis amigos: Misiva Germana. Pero ahora, después de unas merecidas y tranquilas vacaciones en territorio español sin postear ha llegado la hora de prepararse para el asalto al nuevo mundo...

Hace lo que ahora parece una eternidad fui agraciado con una beca Pedro Barrie de la Maza que permitía a un pobre mortal solicitar admisión en las mejores (mejores = más caras, claro) universidades de mundo.

Bueno, en este punto, y comenzando con el repaso a la cultura anglosajona, decir que es una cultura que disfruta haciendo rankings de todo. Tan sólo hay que pensar por ejemplo quien inventó el libro Guinness... bueno no, estos no fueron los americanos, que fueron los borrachos irlandeses -la primera edición fue pagada por la cervecera irlandesa Guinness tras un debate entre borrachos sobre cuál sería la especie más rápida de ave de caza, esta discusión no pudo ser zanjada por no haber un libro donde consultar tan pintoresco dato-

Pero no nos vayamos de madre, despues de cruzar uno de esos tan amados rankings de universidades con un mapa de playas en la costa oeste de Estados Unidos salió la lista definitiva de universidades donde se iba a mandar mi solicitud.

Una solicitud para EEUU es ya una aventura en si misma... preparas una carta de presentación con lo que quieren oir, traduces tu expediente, completas el formulario E432 con tu número de calzado, color preferido, numero de pelos... y por si fuera poco, aún te falta el formulario médico R716: vacunas, características físicas, enfermedades venereas... sisi, cómo lo oís, por lo menos ahora puedo afirmar que estoy libre de cualquier tipo de sífilis o gonorrea... jeje

Luego uno tiene que esperar, a ser posible con cara de tenso y ansioso, hasta que te llega una admisión que te permita la entrada en ese pais de locos, tan amado en todo el mundo.

Continuará...